Los carritos eran empleados para vender huevos de codorniz y humitas, mientras los coches robados de supermercados eran utilizados para vender jugo de naranja en el Centro Histórico de Lima.
Esta labor se realizó en el marco del operativo ‘Huracán’, que busca recuperar los espacios públicos tomados por los comerciantes ambulantes que invaden pistas y veredas de la ciudad.
Para ello se utilizó una máquina compactadora de metales con la que se destruyó los coches que se encontraban en condiciones insalubres y oxidados.
“Muchos de estos carritos contaban con un balón de gas y se habían convertido en un peligro para la integridad de los mismos comerciantes y de los transeúntes”, expresó Susel Paredes, gerente de fiscalización de la Municipalidad de Lima.