El cuerpo del periodista estadunidense James Foley, podría regresar a su país, siempre y cuando se pague un millón de dólares al Estado Islámico.
En una nueva forma de conseguir financiamiento para sus propósitos, el Estado Islámico, trata de ponerse en contacto con la familia del periodista, decapitado el pasado 19 de agosto, para pedir dinero por los restos.
De acuerdo a un excombatiente sirio, que sirve como mediador, el Estado Islámico ofrece una prueba de ADN para certificar que se trata del cuerpo de James Foley, pero exige primero el pago. Sin dinero no hay prueba de ADN señalan los extremistas.
Hasta el momento la familia del periodista estadunidense, que tenía 40 años al momento de su asesinato, no se ha pronunciado al respecto.