La foto de un yihadista cargando a dos infantes para que pateen la cabeza de un hombre decapitado ha despertado la indignación mundial.
Los terroristas del Estado Islámico utilizan las redes sociales para difundir las terribles escenas de sus acciones, donde casi siempre incluyen menores de edad.
Por ejemplo hace unos meses el yihadista Khaled Sharrouf, obsequió una cabeza humana a su hijo para que juegue y difundió la imagen por Twitter.
Los niños son entrenados por los extremistas decapitando muñecas, los adiestramientos se realizan en un campo de instrucción terrorista en la ciudad de Raqqa.