La misa de este domingo oficiada por el Santo Padre incluyó un elemento que la volvió histórica: los, considerados por la Iglesia Católica, restos mortales del apóstol San Pedro, fueron mostrados al público.
Con un cofre de bronce en la mano, el Papa Francisco, ingresó al atrio principal de la Iglesia San Pedro, en el Vaticano. El envase contenía nueve fragmentos de hueso del primer papa de la Iglesia Católica.
Francisco oró frente a ellos, y luego sostuvo la caja durante varios minutos antes de la homilía, informó esta mañana la agencia de noticias Associated Press.
Las reliquias fueron descubiertas durante excavaciones realizadas en la basílica de San Pedro, años después de la muerte del papa Pío XI.