El Sumo Pontífice se movilizará por los alrededores de la Santa Sede al volante de un “papamóvil” que es en gran parte como él: austero, revestido de blanco y con una buena dosis de kilometraje.
El Renault 4 de 1984 se lo regaló un sacerdote de 70 años del norte de Italia, el padre Renzo Rocca, que hace unos días, antes de entregárselo personalmente, llevó al Papa Francisco a dar un paseo por el interior de los muros de la pequeña ciudad Estado.
“Creo que el Papa Francisco lo conducirá un poquito dentro de la ciudad del Vaticano, sobre todo en días muy señalados, especiales”, dijo hoy jueves el viceportavoz de la Santa Sede, el padre Ciro Benedettini.
Después de que el Papa pidiera a los sacerdotes que no condujeran autos caros sino que ahorraran el dinero y se lo dieran a los pobres, Rocca le escribió una carta diciéndole que él había usado el mismo coche durante décadas y que quería dárselo como regalo simbólico.