Una foto panorámica mal ejecutada podría dar paso a una espantosa instantánea, cuyas aberraciones ‘mutantes’ asustarían al más valiente. Cuerpos deformes, cabezas extrañas, extremidades fuera de lugar, paisajes imposibles son algunas de las cosas que podemos retratar si no sabemos usar una cámara fotográfica.
El mundo interior de estos aparatos, aunque no lo sepamos, son muy delicados; una leve manipulación errada o un movimiento brusco puede propiciar resultados totalmente opuestos a los esperados.
Ello puede ocurrir tanto con las cámaras digitales o con las analógicas. En este último caso los errores también pueden darse en la fase del revelado. En el caso de las digitales, estas nos ofrecen innumerables opciones, por lo que es necesario conocer cada una de sus funciones para no cometer errores.
Un leve error y puedes convertir la escena en una imagen de la realidad más oscura del universo. ¿No lo crees? Aquí algunos ejemplos espantosos, pero divertidos. Fotos sin trucos, manipulaciones, ni Photoshop.