Debido a la continua filtración de agua contaminada de la central nuclear de Fukushima, el Gobierno japonés decidió implementar un muro de hielo para contener la radiactividad proveniente de sus reactores siniestrados.
La medida, aunque parezca descabellada, no lo es tanto, pues de hecho Japón, ya había considerado antes la propuesta, sin embargo la había desechado por su alto costo. El muro gigante sería construido de forma subterránea y crearía una barrera de 1,4 kilómetros de longitud que se adentraría 40 metros bajo tierra.
Para poder realizar el proyecto, se tendría que clavar una hilera de tuberías a esa profundidad en las que después se bombearía líquido refrigerante. De esta manera se crearía una capa de hielo denominada "Permafrost" que existe de manera natural en diferentes regiones polares.
La compañía Kajima Corp, constructora de la central nuclear de Dai-Chi, estudia la viabilidad del proyecto, sin embargo, se especificó que las obras terminarían en tres años y tendría un consumo de electricidad para 3.300 hogares para lo cual, se haría necesaria la construcción de una central eléctrica.