Las autoridades mexicanas hallaron los cuerpos decapitados de seis personas el interior de la camioneta marca Ford tipo Eco Sport, que se encontraba abandonada en Chilpancingo, capital de la provincia de Guerrero.
En el toldo del vehículo se encontraron bolsas negras que contenían las cabezas humanas, correspondientes a los cuerpos encontrados en el interior del vehículo.
Las primeras versiones apuntan a que el macabro crimen está vinculado a una pugna que existe entre el grupo criminal de Los Rojos, ahora llamados Los Jefes, y Los Ardillos, por el control de esa región del sureño estado de Guerrero.