El gigante tecnológico Microsoft confirmó el fin del soporte gratuito para Windows 10, lo que marca un punto de inflexión para millones de usuarios en todo el mundo. Desde este martes 14 de octubre, el sistema operativo dejará de recibir actualizaciones de seguridad, mejoras de funciones y soporte técnico oficial, lo que convierte a los equipos que aún lo utilizan en blancos más vulnerables ante los hackers y virus informáticos.
MILLONES DE EQUIPOS EN RIESGO
Según los datos más recientes, más del 34% de los usuarios de computadoras siguen utilizando Windows 10, pese a los reiterados avisos de Microsoft sobre el fin de su soporte. Aunque el sistema continuará funcionando, la ausencia de parches de seguridad incrementará los riesgos de ataques cibernéticos, robo de datos y fallas en el sistema.
Los expertos recomiendan actualizar a Windows 11, siempre que el equipo cumpla con los requisitos técnicos: tener menos de cuatro años, al menos 4 GB de memoria RAM, 64 GB de almacenamiento interno y el módulo de seguridad TPM 2.0, que protege las credenciales de inicio de sesión.
OPCIONES PARA SEGUIR PROTEGIDO
Para los equipos que no pueden actualizarse a Windows 11, Microsoft ofrece una suscripción de actualización de seguridad ampliada (ESU), que extenderá la protección hasta el 13 de octubre de 2026. Esta será gratuita si se inicia sesión con una cuenta Microsoft; de lo contrario, tendrá un costo de 30 dólares anuales.
Otra alternativa es adquirir un nuevo equipo con Windows 11 preinstalado o migrar a sistemas operativos gratuitos como Linux (Ubuntu), aunque esta última opción tiene limitaciones: no todas las aplicaciones de Windows son compatibles con Linux. En cualquier caso, los especialistas recomiendan realizar copias de seguridad antes de cambiar de sistema para evitar pérdidas de información.