El uso de celulares, tabletas y computadoras forma parte de la vida diaria de la mayoría de los niños. Sin embargo, expertos en pediatría, psicología y educación advierten que no se trata solo de la cantidad de horas frente a la pantalla, sino también del tipo de contenido y la forma en que los menores interactúan con la tecnología. Durante los primeros años de vida, los especialistas coinciden en que los pequeños no requieren pantallas, ya que su desarrollo depende principalmente del contacto humano y de la exploración del entorno.
Límites según la edad
En la etapa preescolar, recomiendan que el tiempo de exposición no supere los 30 minutos diarios y siempre bajo la guía de un adulto. A partir de los seis años, se sugiere un rango de 30 a 45 minutos, mientras que en niños de 9 a 12 años el límite puede extenderse hasta una hora. Durante la adolescencia, se aconseja no superar las dos horas, enfatizando siempre la importancia de que los padres supervisen el contenido y mantengan un diálogo abierto sobre lo que sus hijos consumen.
Los especialistas también alertan sobre los riesgos de un uso excesivo: los niños que pasan más tiempo frente a dispositivos tienden a mostrar dificultades en habilidades lingüísticas, sociales y de concentración. La falta de interacción con otros niños y adultos puede afectar su capacidad para negociar, compartir, expresar emociones o desarrollar la imaginación. En cambio, cuando los padres acompañan y conversan sobre lo que ven sus hijos, los efectos suelen ser positivos.
Finalmente, los expertos destacan que no se trata de prohibir la tecnología, sino de enseñar un uso responsable. Establecer rutinas claras, como apagar los dispositivos por la noche, y mantener un ambiente de confianza en el hogar permite que los niños crezcan con un vínculo más sano hacia el mundo digital.