En el marco del Día Mundial de la Fibrosis Quística, el neumólogo pediatra Carlos Mendoza Fox explicó los aspectos más relevantes de esta enfermedad genética, que suele detectarse en la infancia y compromete principalmente a los pulmones y al sistema digestivo.
El especialista señaló que la fibrosis quística surge por una alteración genética que impide el correcto funcionamiento de un transportador celular. Como consecuencia, los pacientes desarrollan secreciones espesas que se infectan fácilmente en los pulmones y bronquios, además de dificultades digestivas cuando el páncreas se ve afectado, lo que incrementa el riesgo de desnutrición.
Diagnóstico y detección
El Dr. Mendoza explicó que el diagnóstico se realiza a través del test de sudor, que mide los electrolitos presentes, y se confirma con un estudio genético. Subrayó que la enfermedad no es contagiosa, sino hereditaria, y recalcó la importancia del tamizaje neonatal, que se aplica de manera rutinaria a los recién nacidos para descartar diversas patologías, incluida la fibrosis quística. “Un diagnóstico precoz permite iniciar tratamientos oportunos y evitar complicaciones”, destacó.
Respecto a la calidad de vida de los pacientes, el neumólogo recomendó la actividad física y el deporte, siempre que no se encuentren en una fase aguda. Además, insistió en que el manejo de la fibrosis quística debe ser integral, involucrando a neumólogos, gastroenterólogos, nutricionistas, endocrinólogos, psicólogos y psiquiatras, debido a sus múltiples repercusiones físicas y emocionales.
Finalmente, el Dr. Mendoza advirtió que en el Perú la fibrosis quística puede ser confundida con asma o tuberculosis, lo que retrasa su detección. Por ello, instó al personal de salud a considerarla dentro de los diagnósticos diferenciales cuando los tratamientos convencionales no muestran resultados.