Un grupo reducido de personas mayores ha captado la atención de la comunidad científica por conservar, incluso pasados los 80 años, una memoria y agilidad mental comparables a las de adultos mucho más jóvenes. Durante 25 años, el Northwestern University SuperAging Program ha estudiado a estos llamados “superancianos” para comprender qué hay detrás de su extraordinaria lucidez.
Los resultados, publicados recientemente en la revista Alzheimer’s & Dementia, muestran que estos individuos mantienen una corteza cerebral tan gruesa como la de personas de varias décadas menos y, en ciertas áreas clave para la motivación y la memoria, incluso superior a la de adultos de mediana edad. También presentan una mayor concentración de neuronas von Economo, vinculadas a la cognición social, y menos signos característicos del Alzheimer, como inflamación o acumulación de ovillos neurofibrilares.
Sociabilidad como factor común
Aunque no comparten un estilo de vida uniforme —algunos siguen rutinas saludables, otros no—, sí muestran un rasgo coincidente: un alto nivel de interacción social. La investigación destaca que estos adultos mayores suelen mantener vínculos positivos, participar en actividades grupales y ser personas extrovertidas, lo que podría relacionarse con la preservación de sus capacidades cognitivas.
Si bien los científicos advierten que la sociabilidad no puede considerarse la causa directa de esta resistencia al deterioro mental, reconocen que es una pista valiosa para futuras investigaciones. Comprender cómo interactúan los factores genéticos, biológicos y conductuales podría abrir el camino a estrategias eficaces para proteger la memoria y prolongar la salud cerebral en la vejez.