La resistencia a los antibióticos es una de las mayores preocupaciones de salud pública en el mundo, y Perú no es la excepción. Un reciente informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte sobre bacterias peligrosas que han desarrollado resistencia a los tratamientos comunes, dificultando su control. Este fenómeno se intensifica con el uso indiscriminado de antimicrobianos en la medicina, la ganadería y la agricultura.
LAS BACTERIAS MÁS PELIGROSAS EN PERÚ
El estudio clasifica las bacterias según su peligrosidad: crítico, alto y mediano. En Perú, la Mycobacterium tuberculosis, resistente a la rifampicina, es una de las más prevalentes, infectando a unas 44,000 personas. Esta bacteria, causante de la tuberculosis, sitúa al país entre los más afectados de Sudamérica.
Otra bacteria de alta preocupación es Acinetobacter baumannii, vinculada a infecciones respiratorias severas y común en entornos hospitalarios, especialmente durante la pandemia de COVID-19. Asimismo, enterobacterias resistentes a cefalosporinas de tercera generación representan un desafío en hospitales debido a su facilidad de transmisión y mortalidad asociada.
UN PROBLEMA AGRAVADO POR EL USO INDEBIDO DE ANTIBIÓTICOS
La resistencia bacteriana se desarrolla cuando los microorganismos son expuestos a antibióticos durante períodos prolongados. Según el biólogo Joaquín Ruíz, el uso de estos medicamentos en infecciones virales o para promover el crecimiento de animales fomenta la aparición de bacterias multirresistentes. Esto convierte a los hospitales y granjas en focos de riesgo.
Para abordar este problema, el país ha implementado medidas como la creación de comités para el uso responsable de antimicrobianos y protocolos en hospitales. Sin embargo, el control en el ámbito veterinario y poblacional sigue siendo insuficiente.
CÓMO PREVENIR LA PROPAGACIÓN DE BACTERIAS RESISTENTES
La OMS recomienda:
- Uso responsable de antibióticos solo bajo prescripción médica.
- Mejorar la higiene personal y en la preparación de alimentos.
- Evitar el contacto estrecho con personas infectadas.
- Seleccionar alimentos producidos sin antibióticos, especialmente en la carne.
Con estas medidas, se busca reducir la propagación de bacterias peligrosas y enfrentar el desafío que representa la resistencia a los antibióticos, una amenaza global que requiere acción inmediata.