En el Reino Unido, investigadores británicos crearon una unidad en marzo pasado centrada en detectar y estudiar los casos del nuevo coronavirus COVID-19 que cursaban con problemas neurológicos.
Aunque se trata de una enfermedad respiratoria, se está viendo que su impacto va mucho más allá de los pulmones y las vías respiratorias y el trabajo se ha centrado en 43 pacientes para identificar las alteraciones y trastornos que está provocando este virus.
Sus primeros resultados, publicados en la revista Brain, muestran un amplio espectro de impactos del nuevo coronavirus en el cerebro y los han clasificado como delirios y psicosis, procesos inflamatorios en el sistema nervioso central, accidentes cerebrovasculares como el ictus, y como trastornos neurológicos en el sistema nervioso periférico.
Cabe indicar que los investigadores aún no pueden determinar que haya una relación entre el grado de gravedad de la COVID-19 y la aparición de problemas neurológicos.