Octubre, conocido como el mes morado, es un tiempo de profunda devoción en Lima, donde miles de personas rinden homenaje al Señor de los Milagros, también conocido como el Cristo Moreno. Su imagen, que ha sido testigo de innumerables actos de fe y milagros, continúa siendo el centro de peticiones y agradecimientos de fieles que ven en Él la esperanza para lograr lo que tanto anhelan. En esa línea, las cámaras de Préndete salió a las calles de la capital para recoger testimonios de los feligreses.
HABLA EL PUEBLO
Historias de devotos como la de una mujer que recuerda cómo, en momentos difíciles, su familia encontró trabajo gracias a su fe en el Señor de los Milagros. "Mi papá no tenía trabajo y le pedí con mucha fe. Hoy está trabajando en el extranjero y nos va muy bien", comenta emocionada.
Otro testimonio conmovedor es el de una madre que pidió por la salud de sus hijos y su esposo. "He recibido muchos milagros. Uno de los más grandes fue cuando superé una enfermedad maligna. Fue un proceso largo, pero con la fe en el Señor me recuperé", cuenta mientras recordaba los años de oración que dedicó a pedir por su bienestar.
Asimismo, otra ciudadana compartió su historia de cómo, tras varios intentos fallidos, pudo finalmente convertirse en madre gracias a su devoción. "A los 32 años, el Señor de los Milagros me concedió el milagro de ser mamá. Lo pedí con todo mi corazón y me lo concedió", relató.
Estos relatos reflejan la intensa fe y devoción que caracteriza a los peruanos, quienes se aferran al Cristo de Pachacamilla para superar sus adversidades. La tradición de pedir milagros al Señor de los Milagros ha sido heredada de generación en generación, y para muchos, es una oportunidad para conectarse con sus raíces y sus creencias más profundas.