Los extremos en el Congreso se juntaron para darle un golpe mortal a la reforma universitaria. Y es que, a raíz de una serie de normas aprobadas en el Pleno, la Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria ya no contará con independencia para fiscalizar, pues su consejo directivo será modificado y se incluirá a los representantes de las universidades.
Es decir, se estaría regresando a la forma de actuar de la desaparecida Asamblea Nacional de Rectores donde justamente los rectores eran juez y parte.
La contrarreforma fue aprobada gracias al apoyo de Fuerza Popular, Renovación Popular, Acción Popular y Perú Libre, bancadas que no tuvieron problemas en llegar a un acuerdo en un tema de especial interés en el parlamento.
Esdras Medina ha sido uno de los congresistas que más impulsó esta norma y curiosamente estudió en la Universidad Néstor Cáceres Velásquez, una universidad no licenciada por Sunedu.
Otro congresista que votó a favor de la contrarreforma es César Revilla de Fuerza Popular quien también tiene un título de una universidad no licenciada como Inca Garcilaso de la Vega.
En tanto, el ex ministro de Educación y líder de educación de propuestas del bicentenario, Daniel Alfaro, indicó que corresponde una demanda ante el Tribunal Constitucional para evitar la aplicación de esta ley.
El superintendente de Sunedu, Oswaldo Zegarra, indicó las consecuencias que provocará la contrarreforma aprobada por el Congreso.
Para el ex director de Sunedu, Jorge Mori, con esta norma aprobada por el Congreso se abre la posibilidad de que decenas de universidades que no cumplen con los estándares básicos de calidad sigan operando impunemente.
Por último, la Asociación de Universidades Nacionales del Perú y la Asamblea General del Consorcio de Universidades señalaron que las normas aprobadas atentan contra la reforma universitaria y alteran el perfil profesional de la Sunedu y su independencia.
