Según la analista Giovanna Peñaflor, los promotores de una revocatoria deben informar, por un principio de claridad, cuáles son sus fuentes de financiamiento porque el proceso de recolección de firmas es un asunto costoso.
Mencionó que la recolección de firmas adherentes implica un proceso de capacitación, de logística, de ingreso de data al sistema informático, cuyo costo es alto y ello debe implicar una fuente identificable para efectos de fiscalización electoral.
Como experta en marketing político y sondeos de opinión, refirió que esa identificación de financiamiento puede revelar el origen de los fondos para la campaña e identificar a quienes buscan la revocatoria de una autoridad local o regional.
De otro lado, Giovanna Peñaflor sostuvo que los procesos de revocatoria no son fáciles porque el hecho de decidir que una autoridad no continúe para el tiempo que fue elegida, no debe ser tampoco un proceso irreflexivo, sino que tiene que ser producto de una evaluación serena y seria de la población.