A pocos meses de las elecciones generales 2026, la posibilidad de que los partidos políticos se agrupen en alianzas electorales vuelve a cobrar protagonismo. Según el Jurado Nacional de Elecciones (JNE), este mecanismo ha sido una constante en la política peruana en los últimos años, en parte como respuesta a la debilidad del sistema partidario y la alta fragmentación del escenario electoral.
Uno de los partidos que más ha recurrido a esta estrategia es el Partido Popular Cristiano (PPC), que desde 2001 ha formado parte de cuatro alianzas diferentes para elecciones presidenciales. Consultado por RPP, el secretario general del PPC, Javier Bedoya Denegri, explicó que estas uniones han sido necesarias debido a la falta de institucionalidad en el país y la escasa solidez de los partidos. A su juicio, la crisis de representación se agravó desde los años noventa y no ha sido resuelta por las reformas políticas impulsadas en las últimas décadas.
Fragmentación política y alianzas por necesidad
“Frente al debilitamiento de las organizaciones políticas, lo que queda es unir fuerzas”, sostuvo Bedoya Denegri. Según él, muchas agrupaciones actuales no responden a ideologías, sino a liderazgos personalistas, lo que ha generado una proliferación de partidos sin estructura sólida. En ese contexto, las alianzas se convierten en una alternativa para no dividir aún más el voto y lograr una presencia significativa en las urnas.
De acuerdo con información del JNE, además del PPC, otros partidos que apostaron por coaliciones son Solidaridad Nacional y Somos Perú, ambos con tres alianzas en distintos procesos desde 2001. También figuran Acción Popular, Alianza para el Progreso y Renovación Nacional, con dos alianzas cada uno. Esta práctica, lejos de ser circunstancial, se ha vuelto parte del funcionamiento habitual del sistema electoral peruano.
