El presidente Pedro Castillo, mantiene una estrategia particular para mantener a los ministros cuestionados en el gabinete.
Los ha mantenido en sus cargos hasta el final, tal fue el caso del exministro de Transportes y Comunicaciones, quien aseguró que renunciaría cuando el pueblo así lo decida. Sin embargo, horas después mientras se debatía su censura en el Congreso, el mandatario informó que aceptaba la renuncia de Silva al MTC.
El exministro del Interior, Luis Barranzuela, lo sostuvo en el cargo hasta que ya no pudo más. Pese a sus amonestaciones e investigaciones en su contra. Fue la fiesta "de trabajo" la que le dio la salida del cargo.
El excanciller Héctor Béjar, fue un cuestionado ministro de izquierda radical que contaba con denuncias por sedición cuando fue líder del Ejército de Liberación Nacional, la gota que derramó el vaso fueron sus expresiones por terrorismo.
Ahora Hernán Condori, el ministro de Salud que recomienda tomar agua arracimada y con denuncias en su contra por cobro indebido y negociación incompatible, se ha convertido en el nuevo ahijado del presidente Castillo.
