La inseguridad ciudadana continúa desbordándose en la capital y uno de los distritos más golpeados es Los Olivos, en Lima norte. Allí, los asaltos ocurren a diario, sobre todo en un pasaje de la urbanización Carlos Cueto Fernandini, que los propios vecinos han bautizado como “el pasaje del terror” por la frecuencia y violencia de los ataques.
La mayoría de las viviendas en la zona está enrejada y cuenta con cámaras de seguridad, las mismas que han captado en reiteradas ocasiones a delincuentes armados atacando a transeúntes. En uno de los últimos robos, un sujeto abordó a su víctima, la redujo a golpes, la tiró al suelo y le arrebató el celular antes de escapar.
Según los vecinos, el delincuente sería reincidente y hasta habría asaltado a un censista de la zona, quine venia cumpliendo con su labor en la zona, como parte del Censo Nacional 2025.
SIN SERENOS NI POLICÍAS
Sin embargo, pese a las constantes denuncias, el patrullaje policial es escaso y la presencia del Serenazgo insuficiente. “Hay una caseta con serenos, pero cuando llamamos nunca llegan a tiempo”, reclamó una vecina, recalcando que existe una caseta de serenazgo en la zona, pero no que actúa ante los delitos.
Por temor, los residentes se han visto obligados a cerrar a tempranas horas la reja principal de ingreso a la urbanización como medida de seguridad ante la ola delictiva.