El presidente del Instituto Nacional Penitenciario (INPE), Javier Llaque, informó recientemente que el Estado peruano destina aproximadamente 3 millones de soles para la alimentación de los reos en las cárceles del país.
Esta cifra ha generado malestar entre la ciudadanía, quienes fueron consultados por este medio sobre su opinión al respecto. Muchos consideran que este dinero debería invertirse en áreas que beneficien a quienes más lo necesitan, como los comedores populares.
“Los presos deberían trabajar para cubrir sus necesidades, no es justo que el Estado gaste millones en ellos. Los delincuentes deben trabajar para comer, y si no pueden, que sus familias los alimenten. El Estado no debe mantenerlos así”, expresó un ciudadano.
Otros también cuestionaron la decisión del Estado de alimentar a personas que cometen graves delitos, mientras en el país hay una gran cantidad de personas en situación de pobreza que sufren de hambre.
HACINAMIENTO EN LAS CÁRCELES
Es importante señalar que las cárceles peruanas deberían albergar a aproximadamente 41,000 reclusos, pero en la práctica están sobrepobladas, con casi 100 mil internos, lo que refleja una grave crisis en el sistema penitenciario.