Nueve años después de la revelación de las famosas agendas de Nadine Heredia, la justicia peruana emitió una sentencia histórica: el expresidente Ollanta Humala y su esposa fueron condenados a 15 años de prisión efectiva por el delito de lavado de activos. El caso, que marcó un antes y un después en la política nacional, tuvo como punto de partida la investigación periodística de Marco Vásquez, actual director de Panorama, quien en 2015 expuso los documentos que sirvieron de base para el trabajo del Ministerio Público.
Las agendas contenían anotaciones minuciosas, vouchers, fotografías y cifras numéricas que revelaban una contabilidad paralela utilizada durante las campañas electorales del 2006 y 2011. Entre las páginas se detallaban aportes de origen extranjero, incluyendo fondos provenientes del gobierno de Hugo Chávez en Venezuela y de la constructora brasileña Odebrecht. La existencia de estos documentos fue confirmada en su momento por el excongresista nacionalista Álvaro Gutiérrez, quien los entregó a la prensa.
Uno de los testimonios más contundentes en el proceso fue el de Martín Belaunde Lossio, exasesor presidencial, quien aseguró que los fondos chavistas llegaron en valijas diplomáticas, mientras que la constructora brasileña Odebrecht entregó directamente 400 mil dólares a Nadine Heredia. Esta declaración, sumada a los registros financieros de las agendas, permitió a la Fiscalía, encabezada por el fiscal Germán Juárez Atoche, construir un caso sólido que incluyó hasta una medida de prisión preventiva contra la pareja.
APUNTES CLAVES DE NADINE
Entre los apuntes revelados por Panorama también figuraban depósitos realizados por personajes cercanos al Partido Nacionalista. Incluso, se identificó una cuenta compartida entre Nadine Heredia y Rocío Calderón Vinatea por 20 mil dólares, además de viajes internacionales de Ilan Heredia. Todos estos elementos, reunidos durante casi una década de investigación, terminaron por confirmar la hipótesis fiscal: una red de financiamiento ilegal sostenida con dinero extranjero y manejada desde la más alta esfera del poder político.