Los chats entre Guido Bellido y su ahijado el agresor Daniel Abarca Soto, revelan cómo una vez obtenido un puesto en el Estado estos debían responder y cumplir todos los requerimientos como pasajes y apartamentos que Bellido pedía.
Las conversaciones entre el padrino Guido Bellido y su ahijado que metió al Estado, quien le mandaba fotos íntimas de su propia pareja, son un compendio de la antiética y la corrupción en nuestro país.
Guido Bellido permitió la designación de Daniel Abarca como asesor en el Mincetur con un sueldo de S/15 000 mensuales. Sin embargo, al mes siguiente de haber asumido el cargo ya le pedía pasajes a Abarca Soto y este debía comprarlos.
También se dio a conocer que Abarca Soto ya en el cargo era el vínculo de un par de asesores turísticos que buscaban reunirse con Guido Bellido.
EL BÚNKER DE LAS REUNIONES
Una vez más asignado como asesor en el Mincetur, Daniel Abarca le ofreció un departamento en San Miguel a Guido Bellido, para que "esté más cómodo" y puedan realizar sus reuniones.
Los especialistas explican que Guido Bellido y Daniel Abarca, estarían incurriendo en varios delitos, entre ellos en el del tráfico de influencias en el que la pena podría llegar hasta a ocho años de prisión.
