Cientos de familias peruanas intentaron retornar a sus regiones de origen en medio de la pandemia. Ellos dispuestos a regresar a sus hogares, caminando por la carretera central buscaban refugio en el campo empujados por el hambre, desempleo y la falta de dinero.
La carreta central fue el escenario de la desesperación de más de 600 personas que, acompañadas de niños, ancianos y personas vulnerables caminaban hacia las regiones de Huancavelica, Junín, Ucayali y San Martín. Nuestros compatriotas escapaban de la ciudad de Lima, una ciudad que parece haberle dado la espalda en los momentos más difíciles.
Pese a los esfuerzos del gobierno en intentar atender y responder a las necesidades de los más vulnerables, muchos han quedado expuestos. Sin embargo, la solidaridad de diversas personas que con entrega de agua, comida y frutas ayudaron a los caminantes a hacer su travesía menos pesada y dolorosa.
Ellos, buscan subsistir ante esta situación en casa, sin embargo el riesgo de ser portadores del COVID-19 los obliga a ser examinados y permanecer aislados antes de continuar con el viaje.