La ola de criminalidad que azota al transporte público en el país sigue fuera de control. De acuerdo con cifras del Ministerio Público, entre los años 2024 y 2025, 118 personas —entre conductores, cobradores y pasajeros— han sido asesinadas por organizaciones criminales dedicadas al cobro de cupos a las empresas de transporte urbano.
Los ataques, cometidos en su mayoría por sicarios a bordo de motocicletas, han sembrado el temor entre los trabajadores del sector, quienes aseguran que cada día salir a manejar una unidad de transporte se ha convertido en un riesgo de muerte. “Vivimos con miedo, no sabemos si volveremos a casa”, expresó uno de los conductores afectados en diálogo con Panorama.
Pasajeros, trabajadores y conductores coinciden en que la inseguridad ciudadana se ha apoderado de las calles de Lima y Callao. Muchos evitan recorrer ciertas rutas o zonas consideradas altamente peligrosas, ante el temor de ser alcanzados por las balas durante un atentado dirigido a las empresas que se niegan a pagar cupos.
EXIGEN MAYOR SEGURIDAD
Ante esta crítica situación, los gremios del transporte público exigen al flamante presidente José Jerí y a su nuevo gobierno implementar medidas inmediatas y efectivas contra la delincuencia y el crimen organizado. “Necesitamos presencia policial real y protección. No queremos seguir siendo las próximas víctimas”, señalaron en diálogo con Panorama.