Miraflores enfrenta un caos a raíz de múltiples obras ejecutadas sin aparente planificación ni coordinación. Vecinos del distrito denuncian que los trabajos simultáneos han convertido sus calles en verdaderos campos minados, llenos de desmontes, huecos y zonas intransitables. La calle Bolognesi, actualmente en remodelación con una inversión de 4 millones de soles, es un ejemplo claro: montículos de tierra, zanjas sin señalizar y accesos bloqueados complican la vida diaria de residentes y peatones.
A esta situación se suma el prolongado trabajo en la avenida Comandante Espinar, a la altura del Óvalo Gutiérrez, donde los escombros se acumulan sin control sobre la berma central. Comercios de la zona reportan una caída en sus ventas por la dificultad de acceso, mientras que los transeúntes deben cruzar la calle sin señalización ni personal que los oriente, aumentando el riesgo de accidentes.
El caso de Rosario Mondragón, vecina del distrito que se fracturó el brazo tras tropezar con una malla de seguridad mal colocada, ha encendido aún más las alarmas. Aunque, según dijo, la Municipalidad de Miraflores se comprometió a cubrir su tratamiento médico, hasta la fecha no ha recibido atención por parte del municipio ni tampoco seguimiento, lo que evidenciaría una falta de responsabilidad frente a las consecuencias de las obras.
LLAMADO AL ALCALDE
Además, el cierre de la Bajada Armendáriz por la construcción del Corredor Turístico hacia Barranco ha colapsado el tránsito vehicular en esta zona del distrito. Frente a este panorama de caos y desorden, los vecinos exigen al alcalde Carlos Canales que priorice la planificación y coordinación de los trabajos, garantice la seguridad ciudadana y minimice el impacto negativo de las obras en el día a día de la comunidad.