Panorama reveló una preocupante situación en Lima: organizaciones criminales han sectorizado la avenida Javier Prado, una de las vías más importantes de la ciudad. Durante un breve recorrido, Luis Vargas constató que numerosos colectivos informales llevan stikers con inscripciones como “Fast Furious & Fetaco”, que identifican a los grupos delictivos que controlan el cobro de cupos a los transportistas. Estos criminales, incluso, han creado paraderos fijos para demarcar su territorio y organizar el cobro de cupos.
Según el testimonio de un extransportista, quien prefirió mantener su identidad en reserva por motivos de seguridad, los conductores deben pagar una cuota diaria y otra semanal para poder operar. Si alguien se niega a aceptar las reglas de los extorsionadores o a colocar el stiker en su vehículo, corre el riesgo de ser atacado a balazos, como ha ocurrido en diversas ocasiones en la zona. La situación se ha vuelto tan cotidiana que muchos conductores ya lo consideran parte de su actividad diaria.
Durante el recorrido de Panorama en la avenida Javier Prado, principalmente por la zona financiera de San Isidro, varios choferes confirmaron que la mayoría de paraderos están bajo el control de mafias organizadas. El especialista en seguridad Carlos Castillo advirtió que el uso de stikers como forma de control recuerda a las prácticas criminales observadas en ciudades como Trujillo, y subrayó la gravedad de que esta modalidad haya llegado a distritos considerados aparentemente seguros de la capital.
DESDE EL CALLAO HASTA ATE
Como antecedente preocupante, se recuerda el asesinato de un jalador de colectivos en la cuadra 18 de la avenida Javier Prado, presuntamente por negarse al pago de los extorsionadores. De acuerdo con la investigación de Panorama, las mafias de colectivos han tomado el control desde el Óvalo La Perla, en el Callao, hasta Ceres, en el distrito de Ate Vitarte, sectorizando decenas de cuadras a través de paraderos informales bajo su dominio.
