A través de llamadas y mensajes por WhatsApp, delincuentes extorsionan a diversos dueños de negocios de la capital. La última víctima fue una vendedora de un local en el distrito de Los Olivos. La puerta de uno de sus establecimientos explotó al ignorar el pedido de cobro de cupos.
Incluso, estos malhechores mandan videos de los cartuchos de dinamita para amedrentar a sus víctimas y piden más de 12 mil soles para no atentar contra sus vidas, la de sus familiares o trabajadores.
Otros de los agraviados es Juan Vargas, dueño de una cadena de cevicherías, quien ha sido acosado desde inicios de año, cuando inauguró un restaurante en Huaral. Tras las constantes amenazas, tuvo que cerrarlo; pero estos criminales lo encontraron en Lima y dinamitaron la puerta de su vivienda.
Sin embargo, hubo una víctima mortal entre los mercaderes amenazados. Este último 24 de mayo en el Callao, Martita Saavedra Cordova, una empresaria ferretera fue asesinada por un sicario mandado por un grupo de extorsionadores
