Ciclovías obstruidas por postes de alumbrado público, carriles de importantes avenidas cortadas por árboles, cables de electricidad sueltos en plena calle. Estas son solo algunas obras de infraestructura pública que convierten ciertas calles de Lima en un verdadero peligro.
La capital alberga un sinnúmero de edificaciones e infraestructuras abandonadas o en mal estado que ponen en riesgo la integridad de los vecinos, algunas de estas pertenecen a obras públicas en las que se han invertido miles de soles.
La Contraloría General advirtió que en el país existen 867 obras públicas paralizadas, muchas de ellas no pueden ser puestas al servicio de la ciudadanía por litigios entre la entidad pública y la empresa contratista.
