Freddy Espinoza enfermero peruano, trabaja en el centro privado de salud “San Rafael” en Milán al norte de Italia, la primera clínica de la región que aceptó atender a pacientes de coronavirus y que hoy cuenta con más de 300 camas destinadas para los afectados. Él estuvo en primera fila de la zona de guerra, el lugar del planeta donde el COVID-19 cambió el destino de Italia.
El caso de Freddy Espinoza es excepcional, hace un mes su vida cambió para siempre, tras recibir una llamada telefónica en la que se le indicaba que el centro de salud cambiaría el servicio y a partir del 22 de febrero empezarían a recibir pacientes con coronavirus. A él lo enviaron a dicho servicio donde llegaron los primeros 25 pacientes graves, todos conectados con oxígeno. Tras largas jornadas de más de 12 horas Freddy contrajo el virus mientras trabajaba atendiendo a decenas de enfermos.
“Es la primera vez en mi vida, después de 25 años de trabajo que he visto morir a tanta gente en poco tiempo” confesó Freddy Espinoza mientras recordaba que en una tarde vio morir a 5 personas quienes repetían “Ayúdame por favor, no puedo respirar ayúdame” en especial pacientes mayores de 80 años. Freddy se lamenta al reconocer que no se puede hacer nada ante la muerte.