Una grave tragedia en Cusco sacudió esta madrugada la ruta ferroviaria hacia Machu Picchu, luego del choque entre dos trenes en el kilómetro 98, sector Pampacahua, en el tramo Machu Picchu – Ollantaytambo. Ante la magnitud del accidente, el presidente José Jerí se trasladó de inmediato a la Ciudad Imperial para supervisar las acciones de respuesta, atención médica y apoyo a los turistas varados.
ATENCIÓN DE EMERGENCIA EN CUSCO
El mandatario llegó acompañado del jefe del Gabinete Ministerial, Ernesto Álvarez Miranda, y de los ministros Teresa Mera (Mincetur) y Aldo Prieto (MTC). Según informó la Presidencia de la República a través de su cuenta oficial en X, Jerí sostuvo reuniones con autoridades regionales y locales para evaluar la situación y garantizar la continuidad de las medidas de respuesta frente a la emergencia ferroviaria.
El Ministerio de Salud (Minsa) detalló que, mediante la Diresa Cusco y clínicas privadas, se desplegaron 12 ambulancias y equipos médicos especializados para brindar atención inmediata a los pasajeros heridos por la colisión. Las labores de evacuación y asistencia se mantuvieron durante la madrugada debido a la gravedad del siniestro.
INVESTIGACIONES Y REACCIONES
En paralelo, el Ministerio de Transportes y Comunicaciones inició procedimientos administrativos para determinar las causas del accidente ferroviario que involucra a las empresas PeruRail e IncaRail, según informó el concesionario Ferrocarril Trasandino. Asimismo, Indecopi anunció el inicio de una investigación de oficio para evaluar posibles responsabilidades y afectaciones a los usuarios.
Por su parte, la Asociación Peruana de Operadores de Turismo (APOTUR) expresó su profunda consternación por el accidente en la ruta a Machu Picchu y manifestó su disposición a colaborar con las autoridades para garantizar la seguridad de los visitantes y la atención de los afectados.
La víctima mortal fue identificada como Roberto Cárdenas, quien se desempeñaba como maquinista de uno de los trenes involucrados. Imágenes difundidas desde la zona evidencian los vagones con severos daños frontales, reflejo de la violencia del impacto que enluta al transporte ferroviario en Cusco.



