El Anticiclón del Pacífico Sur es un sistema de alta presión atmosférica que se mantiene de manera semipermanente sobre el océano, frente a las costas de Sudamérica. Su presencia es clave en la regulación del clima del litoral peruano, pues impulsa la circulación de vientos alisios y favorece la llegada de la corriente fría de Humboldt. Esto genera aire seco, bajas temperaturas y escasas lluvias, condiciones que explican el carácter desértico de gran parte de la costa del Perú y el norte de Chile.
Un motor climático que influye en el mar y la atmósfera
Este sistema atmosférico no solo moldea el tiempo local, sino que también tiene repercusión en dinámicas globales, como la circulación de Hadley y el fenómeno El Niño-Oscilación del Sur (ENSO). Cuando se desplaza hacia la costa peruana, el anticiclón intensifica la velocidad del viento, incrementa la humedad y provoca descensos bruscos en la sensación térmica. Además, su influencia está vinculada a oleajes anómalos en el Pacífico, lo que afecta tanto a las actividades pesqueras como a la seguridad en las zonas costeras.
En episodios recientes, el Senamhi ha advertido que el acercamiento de este sistema puede originar ráfagas que superan los 40 kilómetros por hora en la costa central, acompañadas de levantamiento de polvo, formación de neblina, lloviznas matinales y una notoria reducción de la visibilidad horizontal. Mientras tanto, en la costa norte y sur, las velocidades de viento suelen ser menores, aunque también se sienten los efectos de frío y humedad.
Ante estas condiciones, las autoridades recomiendan a la ciudadanía tomar precauciones básicas, como asegurar techos y estructuras ligeras, evitar exponerse en zonas donde los objetos puedan desprenderse por la fuerza del viento y conducir con mayor cuidado. Asimismo, el uso de ropa abrigadora es esencial, ya que este fenómeno suele acentuar las bajas temperaturas en las noches y madrugadas del invierno costero.