Tras la reciente polémica por el colorante rojo 3, ahora la atención se centra en el amarillo 5 —también conocido como tartrazina—, un aditivo ampliamente utilizado en la industria alimentaria peruana. El Ministerio de Salud, a través de la Digesa, ha exhortado a las empresas a reemplazarlo gradualmente, en especial en productos dirigidos a niños, debido a sus posibles efectos adversos para la salud.
¿QUÉ RIESGOS PRESENTA LA TARTRAZINA?
Según la Digesa, el consumo excesivo de tartrazina puede estar asociado con reacciones alérgicas, hiperactividad infantil e incluso posibles vínculos con problemas cancerígenos. Esta preocupación se suma a recomendaciones de organismos como el Centro para la Ciencia en el Interés Público (CSPI), que advierten sobre los riesgos de los colorantes artificiales, incluyendo el rojo 40 y el amarillo 5.
Aunque no está prohibido en el Perú, el Minsa ha determinado que su uso debe ser claramente informado al consumidor. En un plazo máximo de un año, todos los productos que lo contengan deberán llevar la advertencia “CONTIENE TARTRAZINA”, junto a la frase “uso recomendable de hasta 7,5 mg/kg peso/día” en letras mayúsculas, visibles y en negrita.
EMPRESAS DEBERÁN ACTUALIZAR SUS ETIQUETAS
La medida se basa en una sentencia judicial vigente desde 2020, pero que ahora incluye un nuevo componente técnico: el límite de consumo recomendado. Las empresas fabricantes contarán con 365 días calendario para actualizar su rotulado y agotar el stock de etiquetas actuales.
La Asociación Peruana de Consumidores y Usuarios (Aspec) respaldó la decisión, indicando que la presencia de tartrazina es común en una amplia gama de productos como cereales, postres, jugos, lácteos y panadería. “Esta advertencia busca una mayor transparencia y protección al consumidor, especialmente en niños, los más vulnerables a los efectos de estos aditivos”, señaló el gremio.
