Más de nueve toneladas de residuos sólidos y orgánicos retiraron las brigadas del Instituto de Manejo de Agua y Medio Ambiente (Ima) Cusco, de la zona donde se ubica el santuario del Señor de Huanca, en el distrito de San Salvador, provincia de Calca, cuya festividad se celebra este mes.
Los trabajadores, apoyados por la hermandad del Señor de Huanca y la municipalidad de San Salvador, se desplazaron por la extensa zona y vegetación del santuario, conocido como Huanca, para recoger en bolsas de polietileno desde botellas de plástico, cartones y hasta flores marchitas.
Esta acción fue parte de la campaña "Fe que no contamina" del Ima Cusco, que comenzó en vísperas de la festividad y continuará hasta octubre próximo, debido a la gran demanda de fieles que arriban desde provincias, otras regiones del país y del extranjero.
Belisa Montalvo Vásquez, responsable de la campaña, informó que el objetivo es reducir el impacto ambiental ocasionado por los miles de peregrinos que visitan el santuario, promoviendo la recolección y adecuada gestión de los residuos generados durante las festividades.
En solo los primeros 10 días de ejecución, la campaña ha logrado recolectar las más de nueve toneladas de basura, gracias al esfuerzo de trabajadores del sector público y comuneros, quienes recolectaron, acopiaron y segregaron los residuos sólidos.
“Estas personas han sido capacitadas y premunidas con los correspondientes equipos de protección personal (EPP) para garantizar su seguridad durante el trabajo de recolección”, informó.
La campaña también busca concienciar a los peregrinos sobre la importancia de mantener limpios los caminos hacia el santuario, así como el propio espacio sagrado.
“Tenemos que cuidar el santuario y preservar nuestra naturaleza mediante la recolección de residuos, especialmente durante los días centrales de la festividad, cuando la acumulación de basura se incrementa significativamente”, aclaró Montalvo Vásquez.
En tanto, Rudecinda Cuyo Huaraca, una de las recolectoras de residuos, destacó la relevancia de esta labor para la protección de la fauna local en tiempos en los que se producen los incendios forestales. “Nosotros estamos recogiendo toda la basura porque si el santuario está sucio los animales no podrán alimentarse bien, ya que pueden ingerir bolsas de plástico y morir. Incluso los sapitos que viven aquí corren peligro”, dijo.