Cada vez estamos más cerca del inicio oficial de la estación de verano en el hemisferio sur, sin embargo, varios puntos del país ya empiezan a sentir altas temperaturas que son más comunes en enero y febrero, que en diciembre; sin embargo, las costas centro y sur parecen no estar siendo afectadas.
De acuerdo al especialista Patricio Valderrama, la presencia de un fenómeno opuesto a ‘El Niño’ podría beneficiarnos si su presencia continúa siendo relevante en las costas del litoral peruano, se trata del Anticiclón del Pacífico Sur, el cual podría aminorar los fuertes efectos del Fenómeno El Niño en nuestro país como los huaicos, deslizamientos y fuertes lluvias.
El doctor en Ciencias de la Tierra y exjefe del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi), Patricio Valderrama, conversó con Infobae y destacó que el Anticiclón y su presencia siguen ganando la batalla a ‘El Niño Costero’.
“Primero hay que aclarar que para que llueva fuerte en el norte del país, el calentamiento tiene que estar pegado a la costa peruana, o sea en la playa. Lo que el Anticiclón del Pacífico Sur está haciendo desde octubre es fortalecerse e inyectar agua y aire frío a las costas del Perú”, manifestó el especialista.
VERANO CALUROSO
Según Valderrama, durante le verano el Anticiclón del Pacífico se aleja y se debilita, lo cual significaría que nuevamente se caliente el mar y se tengan las condiciones para experimentar fenómenos naturales de fuerte intensidad.
Por otro lado, el exjefe del Senamhi explicó que según los modelos más confiables de predicción, el Anticiclón no se retiraría a fin de año, al inicio del verano, sino que se quedaría una semana más, pero el grado de incertidumbre de os modelos de predicción es alto.
PRESENCIA IMPORTANTE
Destacó también que la presencia del Anticiclón del Pacífico Sur es importante para “no tener Niños catastróficos”. Indicó que tiene periodos de fortalecimiento que pueden durar años y, generalmente, desencadenan una “Niña”; o periodos donde se debilita demasiado y genera “El Niño”, tal como ocurrió en los años 82 y 83, donde 'el Niño' fue catastrófico.