Según uno de sus organizadores, la medida busca preservar este recurso y que se dicten regulaciones para evitar que la actividad minera afecte a las poblaciones y a ecosistemas frágiles.
El Padre Arana, dijo que “La Gran Marcha Nacional del Agua”, defiende además una “visión distinta de desarrollo”, que afirma que el Perú no es solamente un país minero, sino una nación megabiodiversa.
“La minería es una actividad económica importante, pero no debe sobreponerse ni poner en peligro las otras actividades económicas como ha venido ocurriendo”, manifestó el sacerdote.
“En ese sentido, pedimos regulaciones para la actividad minera, pedimos que se haga la minería ahí donde no afecte ecosistemas frágiles ni poblaciones”, puntualizó.
El también líder del movimiento político Tierra y Libertad, confirmó que este jueves 9 de febrero la movilización llegará a la capital.