La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) se pronunció sobre la reciente vacancia presidencial de Dina Boluarte, señalando que la subjetividad de la figura de “incapacidad moral permanente” podría afectar la separación de poderes y la estabilidad de las instituciones democráticas en Perú.
Como se recuerda, la noche del jueves 9 de octubre, el Congreso de la República aprobó con 122 votos la vacancia de Boluarte, argumentando su inacción frente a la creciente ola de criminalidad en el país. Esta decisión permitió la asunción de José Jerí, presidente del Congreso, como mandatario interino, en un contexto marcado por la transición hacia las Elecciones Generales de 2026.
PROCESO ACELERADO Y REPETICIÓN DE VACANCIAS
La CIDH consideró que la vacancia se realizó de manera “acelerada y bajo la justificación de una crisis de violencia”. Señaló además que “esta es la sexta vez en ocho años que el Congreso recurre a esta figura para remover a una autoridad electa e impedir que concluya su mandato”, generando crisis políticas y sociales que afectan la gobernabilidad y la confianza ciudadana.
El organismo internacional enfatizó que los procesos de vacancia deben respetar el debido proceso, las garantías institucionales y el equilibrio de poderes, tal como lo establece la Carta Democrática Interamericana. Añadieron que la falta de definición objetiva sobre la “incapacidad moral permanente” deja un margen de discrecionalidad que debilita la confianza en las instituciones y el Estado de derecho.
Finalmente, la CIDH instó al Estado peruano a garantizar que las decisiones políticas respeten el orden constitucional, la separación de poderes y el Estado de derecho, y exhortó a los actores políticos a promover el diálogo democrático, asegurando la protección de los derechos humanos y la estabilidad institucional hasta las Elecciones Generales de 2026.