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Hace 5 horas

Un Papa de muchas sangres: agustino, estadounidense y peruano de corazón

La elección de León XIV abre un nuevo capítulo para la Iglesia, guiado por la sinodalidad y la opción preferencial por los pobres.




Robert Prevost ha sido elegido como el Papa número 267 en la historia de la Iglesia Católica bajo el nombre de León XIV. Este acontecimiento es inédito: por primera vez un religioso de la Orden de San Agustín asume el papado, y lo hace llevando en su alma no solo la identidad estadounidense, sino también un profundo vínculo con el Perú. “Y si me permiten una palabra, un saludo a todos aquellos, y en modo particular a mi querida diócesis de Chiclayo en el Perú”, dijo en sus primeras palabras como pontífice, mostrando su arraigo con la tierra donde desarrolló gran parte de su vida pastoral.

El Perú en el corazón del Vaticano

El nuevo Papa pasó años de misión en Chulucanas, una zona considerada periférica tanto geográficamente como por sus condiciones sociales. En ese entorno de pobreza y fe vivida, se forjó la sensibilidad pastoral que hoy caracteriza a León XIV. “El Señor ha puesto sus ojos en el Perú, pero especialmente en los más pobres”, destaca una publicación del Arzobispado de Lima. La comunidad chiclayana, que lo acogió con afecto, expresó su emoción al conocer la noticia: “Papa, amigo, Chiclayo está contigo”, gritaban en las calles.

Prevost no oculta su agradecimiento por su etapa en Perú, un país que, según él, marcó profundamente su vocación. En una de sus remembranzas, compartió: “Cuando yo tenía 5 años no sé si sabía dónde estaba Perú o no, pero tenía un tío que trabajaba acá… y mi formación peruana empezó desde una edad muy tierna”. Su relación con el país andino no fue pasajera: fue obispo de Chiclayo, miembro de la Asamblea Universitaria de la PUCP y se despidió del país siendo nombrado cardenal antes de asumir importantes funciones en Roma.

El legado de León XIII y el rumbo de la Iglesia

La elección del nombre papa León XIV también es significativa. Evoca a León XIII, recordado por su compromiso con la doctrina social de la Iglesia en un tiempo de grandes cambios. “La elección del nombre de su pontificado reafirma también el camino irreversible de la reforma en la Iglesia”, remarca el Arzobispado. León XIV asume su ministerio en un contexto igualmente convulso, con guerras, crisis migratorias, pobreza creciente y desafíos modernos como la inteligencia artificial.

Este Papa llega con una trayectoria que combina la formación académica —es matemático, teólogo y canonista— con una notable experiencia pastoral. Fue superior general de los agustinos durante dos periodos y prefecto del Dicasterio para los Obispos, designado por el papado de Jorge Bergoglio. Su cercanía con el pontífice emérito se refleja en su mensaje de gratitud: “Mi sincera gratitud y fidelidad al Papa Francisco”.

León XIV ha hecho un llamado a los líderes del mundo a buscar la paz y a escuchar la voz profética de la Iglesia. “Callen las armas”, fue su firme exhortación en un momento donde las tensiones internacionales demandan nuevas formas de diálogo. Con su pontificado, se fortalece el espíritu de sinodalidad, esa idea de una Iglesia que camina junta, “una Iglesia de verdad que puede dar testimonio, porque yo estoy con ustedes todos sus días”.

Finalmente, en su mensaje a los fieles peruanos, ratificó su afecto por el país que lo transformó: “Por el Señor de los Milagros, el Perú estará siempre presente en mi corazón, en mis oraciones. Gracias por todo lo que son ustedes y que hacen ustedes en la vida en el Perú y en la Iglesia”. Así, León XIV inicia su pontificado con esperanza, cercanía y un profundo compromiso con los más pobres.


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