Sus rostros forman parte de las más de cuatro mil profesionales de la salud que trabajan salvando vidas en el Hospital Nacional Edgardo Rebagliati Martins del Seguro Social de Salud (EsSalud) y, en medio de los reconocimientos por el Día Internacional de la Mujer, sus inspiradoras historias merecen ser conocidas, porque han sobrepasado todo obstáculo, aun cuando ni sus propias fuerzas parecían permitirlo.
La doctora Tayana Bedregal y la licenciada Cecilia Grados integran ese ejército sanador de mujeres que promueven la salud, previenen enfermedades, alivian el sufrimiento, sanan a los enfermos y están en los momentos más importantes de la vida: en la alegría de un nacimiento y en la tristeza de una despedida.
UNA GUERRERA INNATA
La Dra. Tayana Bedregal Mendoza, cirujano pediatra del hospital Rebagliati, atendía a uno de sus pequeños pacientes cuando acaba de enterarse que su organismo estaba luchando con una terrible enfermedad. “Esta vivencia me permitió adquirir mayor humanidad de la que tenía con mis pacientes, una cualidad que no debemos perder como profesionales de la salud”, es la enseñanza con la que la doctora se ha quedado.
En ella se instaló una fortaleza que jamás ha vuelto a perder, aunque primero tuvo que realizar una pequeña pausa en su vida para superar el problema de salud que se había presentado. Era un verdadero reto ver batallar a sus pacientes a diario y, al mismo tiempo, ella tener que sobreponerse para vencer el cáncer que la aquejaba.
“Desde muy pequeña supe que mi misión era cuidar y proteger a los niños, por eso decidí estudiar medicina en la Universidad Nacional San Agustín de Arequipa y especializarme en cirugía pediátrica. Luego, me dediqué al trasplante, realizando entrenamientos en Italia y Brasil”, cuenta la doctora sobre su trayectoria.
Desde hace casi siete años viene laborando en el hospital Rebagliati y se siente feliz cada vez que entra a una sala de operaciones, donde realiza con responsabilidad una de las cirugías más complejas y especializadas como es el trasplante de hígado pediátrico. “Me reconforta saber que mi trabajo sirvió para salvar la vida de un niño que fue entregado en tus manos por sus padres y al verlos recuperados, creciendo saludables y retomando sus actividades cotidianas, me llena de satisfacción”, detalló.
Además, la especialista se siente orgullosa de pertenecer al equipo de médicos del establecimiento de salud, el cual se ha consolidado en el transcurso de los años, logrando la paridad en el trabajo diario de varones y mujeres. “Actualmente no observo discriminación, muchas mujeres tienen a su cargo una jefatura en iguales condiciones que un hombre, lo que demuestra que el sexo femenino puede tener una carrera profesional y cumplir sus sueños”, precisó.
ENFERMERA CORAJE
La vida de la enfermera Cecilia Grados Guerrero transcurre en los pasillos del área de Neonatología del hospital Rebagliati, en medio de incubadoras y madres que con mucha fe esperan la recuperación de sus pequeños bebés. “Mi principal motivación desde muy niña ha sido velar y cuidar la salud de las personas, incluso en los desfiles escolares de mi querido Huacho yo me disfrazaba de enfermera”, recuerda la licenciada.
Ya en la secundaria decidió estudiar enfermería y, posteriormente, se especializó en la atención de los neonatos. Hoy, con orgullo, determinación y mucho coraje afronta el día a día pues muchos embarazos son complejos y los recién nacidos requieren de atenciones especializadas, por eso para la licenciada Cecilia Grados, no existe nada más reconfortante que ver crecer sanitos a esos pequeños.
Aunque a ambas profesionales de la salud les has tocado también acompañar a las familias de sus pacientes, siendo muchas veces el soporte emocional, su energía y vitalidad se renuevan mágicamente porque los niños y bebés esperan por ellas. Son mujeres y profesionales de la salud cuya misión es salvar vidas.
