Un estudio de IPSOS Perú reveló que más de 13.8 millones de peruanos, entre 18 y 70 años, emplea estas redes para diversos propósitos: impulsar su negocio, buscar recomendaciones, comentar experiencias e incluso realizar compras. Este uso, cada vez más intenso, ha hecho que cada vez estemos más expuestos a diversas oportunidades y amenazas, sobre todo, a la salud.
“Impulsado, sobre todo, por la cuarentena, la frecuencia de uso de las redes sociales ha aumentado exponencialmente, siendo usado en el transcurso de gran parte del día, todos los días. Esto puede afectar de múltiples formas a la salud de los usuarios, siendo el principal malestar el agotamiento visual. Sin embargo, otros males como la ansiedad, la procrastinación e incluso las contracturas musculares y dolor crónico también pueden presentarse.”, señaló Mónica Ramírez, jefe de Programas Preventivos de Sanitas Perú.
Estos dolores musculares, indica la experta, pueden generarse debido a las malas posturas que se adoptan durante el uso extendido de las redes sociales. Este uso incorrecto, además, podría generar malestares crónicos o lesiones como tendinitis.
Un uso descontrolado de redes sociales, seguido de un uso excesivo del celular, pueden desembocar en una persona con cortos períodos de sueño. Dormir menos de 8 horas hará que las personas presenten mal humor, cefalea, cansancio, falta de energía o motivación para cumplir con su rutina diaria y sus labores.
Espacios de desintoxicación para evitar mayores problemas de salud
Ramírez indicó que es recomendable tener espacios de “desintoxicación virtual” cada de manera periódica, sobre todo, si el usuario presenta problemas de fatiga visual o molestias diarias.
“Es importante que las personas sepan controlar el uso de las redes sociales y reemplazarlas por otras actividades de esparcimiento. Así, en un ciclo de desintoxicación, es recomendable que una persona no use las redes sociales por más de 30 minutos y que ocupe su tiempo en otras cosas, como hacer ejercicios de descanso como el yoga” añadió.
Otro factor importante que muchos padres de familia deben considerar es la edad en que muchos niños son introducidos a las redes sociales. Aunque para muchos sitios la edad mínima que se recomienda para poder tener una red social son 14 años, la doctora indica que lo más importante para el manejo de redes de un menos de edad son el control del tiempo y el contenido a que estos niños están expuestos. Solo así, será posible evitar consecuencias dañinas en su salud mental, que van desde la ansiedad hasta la depresión.