No llegó como refuerzo de algún equipo ni tampoco como árbitro. El “Loco Wagner” estuvo en el corazón de La Victoria disfrutando de la fiesta que significó el Mundialito del Porvenir. Un campeonato que reúne a la gente más brava del barrio y que todos luchan hasta el pitazo final para conseguir el triunfo. Una emocionante jornada futbolera que no se repite todos los días.
En este torneo no todo es pierna fuerte y talento con el balón. Las familias que asisten a observar los partidos tienen la oportunidad de disfrutar de delicioso platillos al paso que son ofrecidos a muy bajo precio. Se puede encontrar desde el infaltable cebiche hasta la deliciosa chanfainita, un platillo que ya popular en todos los eventos.
Los equipos no llegan solos al Mundialito del Porvenir. Detrás de cada escuadra están los fieles hinchas, quienes llegan desde muy temprano al lugar para poder ganar algún asiento. Ya en la cancha, cada pelota es luchada a muerte, como si fuera la última. La euforia y la emoción están garantizadas en este campeonato.
