Japón volvió a estremecerse este viernes con dos potentes sismos ocurridos con pocas horas de diferencia, reavivando la preocupación de los ciudadanos tras una semana marcada por una intensa actividad sísmica. Aunque no se han reportado víctimas, las autoridades mantienen la vigilancia por posibles réplicas.
NUEVO SISMO DE 6,7 GRADOS SACUDE EL NORTE DEL PAÍS
La Agencia Meteorológica de Japón (JMA) informó que el primer temblor, de magnitud 6,7, se registró a las 11:44 hora local (02:44 GMT) en el mar, cerca de la costa de la prefectura de Aomori, a unos 20 kilómetros de profundidad. El movimiento generó una alerta de tsunami que fue levantada dos horas y media después al observarse olas menores a las previstas.
El sismo alcanzó una intensidad de 4 en la escala sísmica japonesa de siete niveles. Hasta el momento no se han reportado daños estructurales ni heridos, aunque la empresa ferroviaria JR East confirmó retrasos en la línea del tren bala entre Sendai y Shin Aomori. La central nuclear de Onagawa no registró irregularidades, mientras que la planta de Tomari, en Hokkaido, realiza inspecciones preventivas.
OTRO TEMBLOR DE 4,9 SE SINTIÓ CON FUERZA EN TOKIO
Horas después, a las 19:05 hora local (10:05 GMT), un segundo temblor de magnitud 4,9 sacudió el este del país, con epicentro en la prefectura de Ibaraki, a unos 50 kilómetros de profundidad. El movimiento alcanzó el nivel 4 en la escala sísmica japonesa en varias ciudades y el nivel 2 en la capital, Tokio.
Según la JMA, no se emitió alerta de tsunami en esta ocasión y tampoco se reportaron daños significativos. Este nuevo evento ocurre apenas cuatro días después del devastador terremoto de 7,5 que golpeó la misma zona norte del archipiélago, dejando al menos 33 heridos y obligando a suspender clases y evacuar viviendas.
JAPÓN, BAJO LA CONSTANTE AMENAZA DEL ANILLO DE FUEGO
El país asiático se encuentra sobre el llamado Anillo de Fuego del Pacífico, una de las regiones más sísmicas del planeta. Su infraestructura está especialmente diseñada para resistir fuertes temblores, sin embargo, la sucesión de sismos recientes refuerza la percepción de vulnerabilidad entre la población y el llamado de las autoridades a mantener la preparación ante posibles emergencias.



