La ONU elevó el tono frente a la proliferación nuclear. Tras declaraciones del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sobre la posible reanudación de pruebas con armas nucleares, el organismo multilateral advirtió que cualquier ensayo incrementa el riesgo de errores de cálculo y escaladas con consecuencias catastróficas. “Las pruebas nucleares no pueden permitirse en ninguna circunstancia”, señaló la oficina del Secretario General.
LLAMADO A MANTENER LA MORATORIA
El portavoz adjunto Farhan Haq subrayó que el riesgo de una guerra nuclear ya es “alarmantemente alto” y defendió la moratoria vigente como barrera mínima para evitar nuevos ciclos de carrera armamentista. Recordó, además, el “desastroso legado” de más de 2 mil pruebas realizadas en los últimos 80 años y la obligación de los Estados de evitar cualquier actividad nuclear que incremente tensiones regionales o globales.
Haq respondió así al argumento de paridad estratégica esgrimido por Washington frente a ensayos de nuevos sistemas de lanzamiento por Rusia y el despliegue de silos balísticos en China. Según registros públicos citados por la ONU, China no ensaya desde 1996 y la última prueba confirmada de Rusia data de 1990, lo que refuerza el llamado a no romper el statu quo de contención.
EL ROL DEL TPCEN
Para Robert Floyd, secretario ejecutivo de la Organización del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares (TPCEN/CTBT), el marco jurídico es claro: el CTBT prohíbe todas las explosiones nucleares y su red internacional “puede detectar y detectará cualquier ensayo, en cualquier lugar del planeta”, como ya sucedió con los seis ensayos declarados en este siglo.
Floyd sostuvo que el momento abre una “oportunidad” para que los líderes mundiales avancen “en pie de igualdad” hacia la ratificación universal del CTBT y el objetivo compartido de un mundo libre de ensayos nucleares, reforzando así el régimen de no proliferación y reduciendo el riesgo de escalada involuntaria.
 
    
 
									 
                	 
									
