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Hace 4 horas

Casa Blanca: Trump ignora críticas y avanza con la demolición para construir lujoso salón de baile

Trump impulsa el proyecto millonario para ampliar la Casa Blanca, pese a las advertencias de conservacionistas y sin la aprobación formal de la comisión que supervisa las construcciones federales.

Foto: X.



La Casa Blanca vive una transformación histórica bajo la administración de Donald Trump. El mandatario estadounidense decidió avanzar con la demolición del Ala Este, donde operaban oficinas de la primera dama y asesores presidenciales, para levantar un salón de baile valuado en 300 millones de dólares, desatando una ola de críticas entre arquitectos y defensores del patrimonio histórico.

AMPLIACIÓN SIN PRECEDENTES

Trump, quien lleva más de 15 años considerando la idea, ignoró las advertencias sobre la legalidad y el impacto patrimonial del proyecto. Según fuentes citadas por Time y CNN, el presidente amplió el diseño inicial del salón de baile y aprobó una estructura más grande de lo previsto. Las imágenes recientes muestran excavadoras derribando la mitad del Ala Este, convertida ahora en una montaña de cemento y varillas.

El presidente defendió su decisión alegando que el edificio “era muy pequeño” y que, tras un estudio con “los mejores arquitectos del mundo”, se determinó que la demolición era necesaria. El nuevo salón, de estilo Luis XIV, busca combinar con la arquitectura clásica de la Casa Blanca y serviría para eventos oficiales de gran escala.

CRÍTICAS Y DUDAS SOBRE SU AUTORIDAD

La decisión ha provocado un fuerte rechazo entre conservacionistas y exmiembros de la Comisión Nacional de Planificación de la Capital (NCPC), quienes aseguran que la Casa Blanca debía esperar la aprobación formal antes de iniciar la demolición. Organizaciones de preservación histórica, como la Liga de Preservación de DC, denunciaron la falta de transparencia del proceso y advirtieron que el público no ha sido informado sobre los planos finales del nuevo edificio.

Pese a la polémica, la administración Trump sostiene que la comisión no tiene jurisdicción sobre la demolición y que solo participará en la etapa de construcción. Mientras las máquinas continúan reduciendo el Ala Este a escombros, el presidente mantiene su visión: convertir la Casa Blanca en un símbolo aún más monumental de su legado.


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