Una nueva política migratoria de alto impacto impulsada por el presidente Donald Trump ha entrado en vigor desde la madrugada del lunes. El decreto restringe o prohíbe el ingreso de ciudadanos de 19 países, desatando preocupación global por su alcance y criterios.
PAÍSES VETADOS
Desde las 01:00 a. m. (hora del Este), EE.UU. cerró sus fronteras a ciudadanos de 12 países, incluyendo Irán, Haití, Somalia y Yemen. Además, impuso restricciones severas a personas de otras siete naciones, como Cuba, Venezuela, Laos y Sierra Leona. Aunque algunos viajeros quedan exentos —como quienes poseen visa vigente, residencia permanente (‘green card’) o doble nacionalidad—, la norma impacta directamente a quienes solicitan nuevas visas de turismo, estudios o negocios.
Entre las disposiciones específicas, se ordenó a embajadas y consulados reducir la vigencia de visas de no inmigrante para ciudadanos de los países afectados, en los casos que la ley lo permita. También se excluyen de la restricción atletas, diplomáticos y personas que viajen por eventos internacionales de alta relevancia como los Juegos Olímpicos.
¿SEGURIDAD NACIONAL?
La Casa Blanca justificó la medida asegurando que estas naciones no comparten información clave con Washington para evaluar riesgos de terrorismo o amenazas a la seguridad pública. Además, se afirma que sus ciudadanos representan un “riesgo significativo” de quedarse en EEUU más allá del tiempo autorizado por sus visas.
El secretario de Estado, Marco Rubio, deberá presentar en un plazo de 90 días un informe detallando el impacto de la medida y si esta debe mantenerse, modificarse o complementarse. La política recuerda al polémico “veto musulmán” impuesto por Trump durante su primer mandato y anticipa un nuevo capítulo de tensión migratoria en medio de su actual administración.
