Donald Trump y Elon Musk compartieron este viernes una conferencia de prensa en el Salón Oval de la Casa Blanca para marcar el último día oficial del empresario como jefe del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE). La reunión fue anunciada previamente por el presidente como una “despedida simbólica”, aunque enfatizó que Musk “siempre estará con nosotros, ayudando en todo”.
CULMINA ETAPA COMO FUNCIONARIO ESPECIAL
Elon Musk, propietario de Tesla y SpaceX, fue designado por la Casa Blanca como “empleado gubernamental especial” por un periodo máximo de 130 días, límite que se cumple esta semana. Durante ese tiempo, lideró una agenda enfocada en recortar gastos públicos y promover mayor eficiencia en la administración federal. “Agradezco la oportunidad de haber contribuido a eliminar el derroche”, escribió en X, antes Twitter.
Aunque desde abril Musk dejó de asistir físicamente a reuniones en la Casa Blanca, continuó su colaboración de forma remota. Su salida formal del Gobierno no implica un corte definitivo con la administración Trump, con la cual mantiene una estrecha relación, según lo reiterado por el propio presidente.
EL PROYECTO DE MUSK: DOGE
Creado como parte del plan de modernización del Estado promovido por Trump, el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) fue una iniciativa inédita liderada por un empresario del sector tecnológico. Musk aseguró que espera ver el DOGE “convertirse en una forma de vida dentro del Gobierno”, apostando por una gestión pública más ágil y menos burocrática.
La presencia de Musk en la Casa Blanca ha sido una de las colaboraciones más llamativas entre política y tecnología en la historia reciente de EE.UU. Aunque su rol formal ha concluido, su influencia sobre temas de gestión y gasto público parece estar lejos de terminar.