La India vuelve a encender las alarmas sanitarias luego de un repunte en los casos de COVID-19 que ha llevado al Gobierno a emitir alertas hospitalarias. Con más de mil casos activos y siete fallecidos reportados en los últimos días, las autoridades buscan prevenir un posible colapso hospitalario, como el que marcó la segunda ola en 2021.
REPUNTE PREOCUPANTE
De acuerdo con el Ministerio de Salud indio, se han registrado 1.009 casos activos, de los cuales más de 100 se encuentran en la capital, Nueva Delhi. Los estados más golpeados son Kerala, con 335 nuevos casos, y Maharashtra, con 153. El aumento de 752 contagios respecto a la semana pasada encendió las alertas en hospitales de todo el país, especialmente en grandes ciudades. Las autoridades han emitido avisos preventivos y difundido líneas telefónicas para consultar la disponibilidad de camas y ventiladores.
La jefa de Gobierno de Delhi, Rekha Gupta, aseguró que los hospitales están preparados y pidió no generar pánico. Sin embargo, el temor a una nueva ola se mantiene latente. En la última semana, siete personas contagiadas fallecieron, elevando el total de muertos a 533.673 desde el inicio de la pandemia. La OMS, no obstante, estima que la cifra real podría ser mucho mayor, superando los 4,7 millones de decesos. India ha sido uno de los países más golpeados por el coronavirus, con más de 45 millones de contagios confirmados.
GOBIERNO ASEGURA CONTROL, PERO PIDE PRECAUCIÓN
A pesar del incremento de casos, las autoridades han instado a la calma. “No hay ninguna situación de pánico”, afirmó Gupta. El gobierno busca mantener la situación bajo control con protocolos de respuesta rápida y comunicación directa con la población. La disponibilidad de información hospitalaria en portales oficiales y la coordinación entre estados buscan evitar que el sistema de salud vuelva a colapsar como ocurrió durante la devastadora segunda ola.
