Más de 250 mil personas se congregaron este sábado en la plaza de San Pedro para la misa fúnebre del papa Francisco, según informó el Vaticano. La ceremonia, protegida por un amplio dispositivo de seguridad, reunió a fieles de todo el mundo y a representantes de más de 140 países.
Durante el cortejo fúnebre, el ataúd del pontífice, fallecido el lunes a los 88 años, fue recibido con aplausos y momentos de solemnidad. Entre los asistentes destacaron personas en situación de vulnerabilidad, grupo al que Francisco dedicó especial atención durante su ministerio.
Cortejo recorre Roma y último deseo
Unas 150.000 personas acompañaron el cortejo en su recorrido por el centro histórico de Roma, incluyendo la Vía de los Foros Imperiales y los alrededores del Coliseo. El papa fue sepultado en una tumba sencilla en la basílica Santa María la Mayor, construida con mármol de Liguria, región de origen de sus abuelos maternos.
Antes de su partida, el Sumo Pontífice ya había expresado su deseo de reposar en la basílica Santa María la Mayor, donde se venera la imagen mariana Salus Populi Romani, objeto de su gran devoción.
Asistentes y líderes mundiales presentes
Entre los líderes presentes figuró el expresidente estadounidense Donald Trump, quien mantuvo choques con el primer pontífice latinoamericano por sus críticas a políticas migratorias. El público en la plaza acogió con aplausos las palabras del cardenal durante la ceremonia, mientras rezos por los altavoces mantenían un ambiente de recogimiento.
Tras el ingreso del féretro a la basílica, parte de los asistentes se retiró, aunque muchos permanecieron en el lugar pese a que el entierro se realizó en privado. Ana, una peregrina italiana de Calabria, resumió la jornada como “un momento de gran significado”.
