El secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin, reveló en una entrevista con Il Corriere della Sera este sábado que el papa Francisco "nunca dejó de gobernar la Iglesia", incluso durante sus 38 días de hospitalización por una grave infección respiratoria en marzo.
Según Parolin, el pontífice revisaba expedientes clave y tomaba decisiones "en los días más difíciles" de su internamiento en el Hospital Gemelli de Roma. Actualmente, Francisco mantiene su rol en asuntos esenciales y delega tareas rutinarias a colaboradores.
Parolin explicó que, aunque el papa "debe decidir sobre temas importantes", los dicasterios (ministerios vaticanos) actúan bajo sus directrices previas para resolver asuntos cotidianos sin consultarle. "No todo tiene que pasar por él: la Curia trabaja en su nombre", precisó.
Este sistema, señaló, ya operaba antes de su convalecencia y sigue normas establecidas. Incluso en ceremonias como canonizaciones donde el pontífice debe pronunciar una fórmula, podría delegar la tarea a un cardenal, como Marcello Semeraro, si su salud lo requiriese.
Incertidumbre sobre Semana Santa
El Vaticano calificó como "prematuro" confirmar si Francisco participará en los ritos de Semana Santa o en la canonización de Carlo Acutis, programada para el 27 de abril. Parolin admitió que la decisión dependerá de su evolución física: el papa mejora "levemente" en fisioterapia motora, respiratoria y en su capacidad de hablar, según el último parte médico.
Recuperación en curso
Parolin insistió en que el pontífice necesita "tranquilidad y evitar fatigas", pero subrayó que "el gobierno de la Iglesia está en sus manos". Mientras, los equipos de la Curia ejecutan labores administrativas bajo lineamientos ya establecidos, asegurando continuidad en la gestión diaria.
