Un terremoto de magnitud 7.7 que sacudió el centro de Myanmar el pasado viernes ha devastado un país ya desgarrado por cuatro años de guerra civil. La información proporcionada por la junta militar en el poder es limitada y el número exacto de víctimas sigue siendo incierto.
Sin embargo, el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) proyecta que la cifra de muertos podría superar los 10,000. Hasta ahora, se ha confirmado la muerte de 1,002 personas en Myanmar, según la BBC, y seis en Bangkok, Tailandia, donde las autoridades actualizaron el balance inicial de diez muertos.
Las autoridades de Myanmar informaron que el número de heridos asciende a al menos 2,376, según los medios estatales. En Bangkok, se aclaró que varias personas gravemente heridas en el derrumbe de un rascacielos de 33 pisos en construcción fueron inicialmente reportadas como muertas por error.
CIFRAS PODRÍAN AUMENTAR
Se confirmó que seis personas murieron, 22 resultaron heridas y 101 están desaparecidas en tres obras diferentes, incluyendo el rascacielos que quedó reducido a escombros en cuestión de segundos. El líder de la junta militar de Myanmar, el general Min Aung Hlaing, afirmó en un discurso televisado el viernes por la noche que el balance de víctimas y heridos aumentará.
